Una semana después volvimos a hablar. Comenzó a quejarse nuevamente. Le pregunté si había programado la presentación. Obviamente que no. Así que accedió a programarla en unos días.
Luego volvimos a hablar despues de eso. Y adivinen que?
Efectivamente. Así que le dije de una manera muy amorosa, que no tenía ningún derecho a quejarse nuevamente. Yo se que es lo que funciona. Y le dije que es lo que funciona. Otros distribuidores en el equipo han demostrado lo que se requiere para que funcione. Y si esta persona o cualquier otro hacen esas cosas, FUNCIONA.
Pero no estaba dispuesto a hacerlo. Así que desistió. Y yo estoy bien con eso. Porque me hubiera encantado que fuera exitoso en el negocio. El hombre tiene mucho talento y un gran potencial para la grandeza. Pero hasta que no tenga el carácter para hacer el trabajo, no puedo ayudarlo.
A muchas personas en nuestro negocio les encanta hablar mal y quejarse de su patrocinador, la compañía, el precio de los productos, la economía y muchas otras distracciones. Pero, cuántas veces se les ha mostrado que es lo que deben hacer para avanzar, y no lo hacen? Eso hace parte de nuestra charla sobre reducir la brecha que tuvimos ayer.
Ahora, cada uno es dueño de su negocio y no te podemos forzar a hacer nada. Pero si te enseñamos que hacer, y no lo haces, pierdes totalmente el derecho a quejarte al respecto.
Entonces, como lo ves? Estas haciendo el negocio o te estas quejando del negocio? Y si te estas quejando, haz perdido el derecho a quejarte? Y si es así, que estas haciendo al respecto? Algo en que pensar.
- Randy Gage
Un abrazo para todos.
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